En la situación excepcional de aquellos últimos días del verano de 1989, en la indecisión provocada por la súbita libertad de elección, Ingo Schulze indaga en la atracción humana por la prohibición y en la nostalgia del Paraíso. Pero ¿dónde está el Paraíso? ¿En las promesas del Oeste, en la libertad de unas eternas vacaciones de verano en Plattensee, en el olor familiar de una fiambrera recién abierta en una oficina? El mito de Adán y Eva le permite a Ingo Schulze brindarnos una grandiosa tragicomedia; con un ambiguo concepto del pecado original, encuentra la clave para penetrar en nuestro mundo actual.