Entre las bondades del método: no se emplean medicamentos, se reducen a 60 los más de mil puntos en catorce meridianos que utiliza la acupuntura tradicional china para dividir el cuerpo humano, no requiere de supervisión médica y, una vez que se domina la técnica, podemos aplicarnos cualquier tratamiento de curación en casa, la oficina o el lugar que deseemos.