Asimismo, son muy numerosos los enfermos que precisan de un dispositivo vascular permanente para la administración prolongada, en régimen ambulatorio, de determinados tratamientos. La infección relacionada con este tipo de dispositivos médicos es una complicación frecuente que puede comportar una morbilidad y una mortalidad relevantes, una prolongación de las estancias hospitalarias y, en definitiva, un incremento de los costes sanitarios. En los últimos años, se ha producido un aumento considerable en los conocimientos sobre la patogenia, la epidemiología, la terapéutica y, especialmente, la prevención de este problema de salud que afecta a multitud de pacientes portadores de catéteres vasculares, tanto hospitalizados como en régimen de terapias ambulatorias.