La diferencia entre un ganador y un perdedor estriba en que el primero, si fracasa, lo intenta de nuevo. El perdedor, por el contrario, desiste.
Piense en las personas que trabajan con usted y que irradian una imagen de confianza. En realidad, estos individuos no son diferentes de usted. La única diferencia estriba en que tienen confianza en su capacidad para superar obstáculos en sus vidas y, como resultado de ello, lo hacen, los superan.
Usted también puede confiar en sí mismo. Lo único que hace falta es tener una actitud mental positiva.