Todos necesitamos que nos hagan caso, porque necesitamos sentirnos queridos. Las caricias son como un alimento psíquico, indispensable para la supervivencia emocional. Este libro pretende descubrir, a partir de la Biblia, si Dios niega o facilita ese alimento psíquico: si acariciar está prohibido, o permitido, o... ¿tal vez mandado, por Dios? ...