Ángela y Mario se casan en secreto. El mismo día de la boda sufren un accidente en el que él pierde la vida y Ángela se ve arrastrada a una larga depresión en la que se acomoda. Pasan los años en la desdicha de Ángela y un día de repente irrumpe en su vida Fernando, un chico que compartió terapias con ella. Fernando se muestra decidido a ayudarla enseñándole un camino espiritual que está descubriendo. Pero a Ángela le cuesta entender y aceptar, al igual que le cuesta aceptarse así misma. Cada paso que avanza retrocede, volviendo una y otra vez al dolor.