Es mejor que no sepas lo que te espera. Porque te veo en un lugar desolado donde no hay ninguna forma de vida. Solo arena y roca. Y estas sentado tomando sombra en un árbol del desierto? un Tamarugal. Y de ese lugar no te vas a volver a levantar jamás. Esa fue la advertencia que le hiso la gitana que le dio la suerte. Joel era un hombre del Sur, de montañas con lluvia. De cordilleras con nieve y no le creyó. Pero el destino lo llevaría al desierto del Norte? donde estaban los tamarugales y esa advertencia podría cumplirse. El Norte chileno era uno de los lugares más violentos de esa época a causa del ?Oro Blanco?, como se le llamaba al Nitrato, la materia prima para fabricar explosivos. Y donde hay riqueza hay avaricia. Y donde hay avaricia hay violencia. Lo que ocasionó guerra entre países, violentos conflictos populares y una emigración sin frontera. Una historia narrada en el género del realismo mágico, donde la realidad y la ficción se van mesclando en una trama creíble, que entusiasma capítulo a capítulo al lector, a pesar de un final predecible.