(...) ¿Qué es lo que resuena?
Un cuerpo sonoro.
Pero, ¿cuál? ¿Una cuerda, un metal, o bien mi propio cuerpo?
Escucha: es una piel tensa sobre una cámara de eco, y que otro golpea o puntúa, hacién- dote resonar, según tu timbre y a su ritmo.
«(...) Esa piel tensa sobre su propia caverna sonora, ese vientre que se escucha y se extravía en sí mismo al escuchar el mundo y extraviarse en él en todos los sentidos, no son una figura para el timbre ritmado, sino su propia apariencia, mi cuerpo golpeado por su sentido de cuerpo, lo que antaño se llamaba su alma.»