Así comienza esta magnífica novela, una obra distinta, atrevida, irreverente, con buen ritmo, imparable, con un humor muy ácido, inteligente, desgarrador, muy divertida, que no es seria, ni se pretendía, que tiene frescura, que es inquieta, que necesita moverse y de hecho lo hace, que es cercana, de la calle, que rompe reglas, que es absurda, que tiene una buena trama y que, por supuesto, va a contrapelo. Sus personajes son rebeldes, viciosos, anárquicos, delincuentes, pero con buen fondo; abandonados por la sociedad hace tiempo que ellos la abandonaron a ella.
PVP (En papel)