Cuenta el viaje en solitario de un peregrino, de un vagabundo temporal con oficio, iniciado en Somport, en el Pirineo oscense, que concluye en Puente la Reina de Navarra, mostrando buena parte del rico patrimonio histórico, natural y cultural que poseen navarros y aragoneses. El autor ha intentado hacer caminar al lector pegado como una sombra al protagonista del viaje.