Raúl Herrero que supone el número cinco de la colección Ciclo del 9. La obra está prologada por Marta Agudo: Es en esta entrega en la que palpita con más vigor el apego a la existencia, pese a cualquier obstáculo que estorbe el curso vital. Finales de poemas como El silbido de la tierra me retiene o un interés superior en observar y describir lo circundante, informan de su apuesta por el arte como modus operandi en busca de la intensidad, así como del momento de autoafirmación que se está viviendo.