El cineasta francès, representante máximo de la nouvelle vague, es un personaje cautivador y con una personalidad profunda.
Admiradora incondicional de Truffaut, Paula Bonet ha revisitado una y otra vez su filmografía, ha viajado a París, se ha envuelto con el aire, los sonidos y la luz de la capital francesa y lo ha trasladado todo en su cuaderno personal. Un cuaderno sin tapujos: un artista se aproxima a otro artista.