Robert descubre a Martha, una joven descarada que vive para capturar el momento en una fotografía. Y a Carlos, que prepara las mejores bombs de la ciudad. Y a Bonnie, a quien Martha Reeves dijo en una ocasión que tenía la voz muy bonita. ¡Y a Judy Garland! Bueno, no a la cantante, sino a una gata llamada Judy Garland.
Y con tanto descubrimiento, en la Nueva York que nunca duerme de 1978 ¿será capaz Robert de descubrirse a sí mismo?