La exposición tiene una concepción de línea circular en el tiempo. Comienza con los
sucesos de Chicago, en 1886, cuando más de 50 trabajadores fallecieron a disparos de la
policía cuando reivindicaban las 8 horas de jornada máxima diaria; y con la II Internacional
Obrera Socialista de 1889 en París, que acordó celebrar el uno de mayo la Fiesta internacional
del Trabajo. Recorre luego la Historia del 1º de Mayo en España, con las primeras
manifestaciones, el reinado de Alfonso XIII, la Segunda República, la Guerra Civil, la Dictadura
de Franco, el Exilio y la Emigración, la Transición. La muestra se cierra con balance de las
horas de trabajo en el mundo actual; reflejo de cómo en muchos lugares del mundo se
siguen superando hoy día la jornada laboral de 8 horas. Asimismo, recoge el intento de
establecer la Directiva de las 65 horas en Europa. Muestras evidentes de que la reivindicación
de las 8 horas sigue plenamente vigente 120 años más tarde.