Entre los fotógrafos seleccionados hay algunos grandes fotógrafos, reporteros y testigos con estilo y coraje, así como directores de cuyas películas se extrajeron fotogramas con una enorme fuerza simbólica, como los hermanos Lumière y Sergei Eisenstein. Pero muchas imágenes se deben a los honestos artesanos de la fotografía y a aficionados cuyos nombres no han trascendido y que tuvieron la buena fortuna de estar en el lugar adecuado en el momento oportuno, porque la historia no es siempre predecible. Lo importante, cuando la suerte llama a tu puerta, es tener una cámara en las manos y estar listo para captar el momento.