Y es que todos tenemos una voz interior. Es la que nos hace perder el control innecesariamente, comprobar el correo electrónico de forma compulsiva, comer cuando no tenemos apetito y quedarnos fijos en el pasado o en el futuro, a expensas del presente.
La mayoría de nosotros asumimos que estamos sujetos a esa voz y que no podemos hacer nada para liberarnos de ella, pero el autordescubrió un método eficaz para conseguirlo: la meditación. Tras aprender de investigaciones que sugieren que la meditación lo puede todo, desde reducir la tensión arterial a trazar un nuevo cableado en la mente, el autor logró aumentar la calma y la concentración.