El decadente barrio tokiota de Takara-chô está en el punto de mira de un grupo de emprendedores yakuza, que lo quiere convertir en una especie de Disneyland. Pero Shiro (blanco) y Kuro (negro), dos huérfanos de nueve años casi analfabetos que conocen mejor que nadie el lenguaje de la violencia, van a cruzarse en su camino, no porque tengan un sentido muy arraigado de la justicia, sino porque consideran que el barrio les pertenece. Enseguida se encontrarán metidos en una vertiginosa espiral de violencia, en la que, sorprendentemente, se sentirán muy cómodos. Y es que Shiro y Kuro son los nuevos reyes de la metrópolis. Un manga trepidante, con diálogos inteligentes, y un estilo de dibujo muy original que se adapta perfectamente a la trama y en el que los fondos juegan un papel fundamental para resaltan el dramatismo de cada escena.