Argumento de ()
Por supuesto que todo verso es pura eversión y no solo de improntas o mundos. Este libro contiene una escritura cuya letra se autoriza a sí misma, al albur de una modalidad, digamos, posgenocida. Esa masa negativa (antieconómica, antifamiliar, antiuniversitaria, antitécnica) pesa, y cómo, en el devenir cuasiconcepto de su valentía genérica. Hay en él una poética bajo título primordial: ( ), precluido en braces, apantallamiento gravitatorio, paréntesis epocal, dialéctico, sintomático. Se trata, pues, de un irreductible trozo de real a base de preciosos añicos de Inconsciente; cosa que ya enuncia una dimensión otra: la de una verdad en su acontecimentalidad de nombre innombrable. El resto se apuesta a palabra y contrapalabra, lenguaje y fuera de lenguaje. Oigo los pájaros cantar en las espiras de la mañana blanca, y los niños jugando en la escalera de oro. Es como si un sol abismado devorara jirones de sí mismo en pensamiento, escalera, carne y texto, bruñido al oro (castración) de una singular huella atinente a lo sinnúmero del encuentro: el incognoscible común que habrá podido leerse con las hipótesis de un sujeto a venir en cambio epocal de los inconscientes.1