Durante casi cinco siglos las hordas mahometanas atacaron a las naciones cristianas de la cuenca del Mediterráneo, saqueando ciudades, hundiendo navios y raptando jóvenes. Tan sólo Venecia y los Caballeros de la Orden de Malta enfrentaron con ímpetu constante la presión ejercida por los secuaces de Maho-ma. Y en esta prolongada guerra, verdadera cruzada que costó a la cristiandad centenares de miles de vidas.